A pesar de que el cisplatino induce varios efectos secundarios, muchos médicos y pacientes continúan usándolo. Mientras que en algunos pacientes estos efectos secundarios podrían causar problemas tanto si son usados junto con otros medicamentos, como debido a condiciones comórbidas, otros optan por no utilizar cisplatino inclinándose por nuevos medicamentos con menores o pocos efectos secundarios graves. El uso generalizado de cisplatino se debe a su eficacia en el tratamiento de ciertos tipos de cáncer, por lo que los beneficios son mayores que las detracciones en ciertos casos. También, puesto que los efectos de cisplatino son bien conocidos y documentados, puede ser usado como un tratamiento base para proporcionar un cuidado constante al paciente mientras se prueba la eficacia y los efectos secundarios de otros medicamentos.
Algunos efectos secundarios del cisplatino incluyen:
Un gran número de adyuvantes han sido utilizados para limitar la toxicidad del cisplatino. Una revisión de las terapias para prevenir la neuropatía (terapias que incluyen el glutatión, acetilcisteína y vitamina E) no encontró evidencia real de que alguno de estos componente sea beneficioso.
Los efectos secundarios son generalmente reversibles y desaparecen cuando el tratamiento termina. Sin embargo, la toxicidad renal es acumulativa y puede dar lugar a complicaciones aún meses después de que el tratamiento haya terminado. La mielosupresión también es acumulativa en el curso del tratamiento, pero cede una vez que se finaliza el tratamiento.
Dado que los agentes alquilantes han sido diseñados con la intención de destruir células humanas (después de todo los tumores son el producto de la agregación de un tipo particular de células anormales), inevitablemente las células sanas también serán destruidas. El efecto tóxico más común (efecto secundario) que ocurre como consecuencia de la administración de agentes alquilantes usados como quimioterapia para el tratamiento del cáncer está relacionado con la destrucción de células normales.
Los agentes alquilantes son conocidos por causar destrucción dosis-dependiente de cierto tipo de células del sistema inmune. En el tratamiento de enfermedades autoinmunes, esto puede ser una ventaja (como la ciclofosfamida), pero en el tratamiento del cáncer esto puede causar una severa inmunosupresión. El estado de inmusupresión hace que los pacientes con cáncer tratados con estas fármacos sean particularmente susceptibles a ciertas infecciones, incluyendo infecciones por microorganismos que no suelen afectar a personas con un sistema inmune normal (hongos por ejemplo). Otro efecto secundario relacionado con la muerte celular es la destrucción de las células de crecimiento rápido, como las células de las mucosas. Esto se vuelve clínicamente evidente en el daño causado a la mucosa oral y al revestimiento del tracto gastrointestinal – copioso sangrado de las encías y muchas a veces diarrea con sangre. También puede haber mala absorción de nutrientes a través del tracto gastrointestinal.